lunes, 12 de diciembre de 2011

DECÁLOGO PARA VIVIR BIEN EN LOS MALOS TIEMPOS

“LA INSEGURIDAD QUE PRODUCE UN FUTURO INCIERTO, HACE QUE EN NUESTRA MENTE SE FORMEN IMÁGENES PESIMISTAS PARA PONERNOS, LA VENDA ANTES QUE NOS SALGA LA HERIDA”.

1- ACEPTA LA REALIDAD
No la niegues con ilusiones vanas, ni la agrandes con fantasías catastróficas. Estas dos formas de no querer ver la realidad tal como es son las dos tentaciones más paralizantes.

Solo aceptando la realidad tal como estamos en condiciones de poner los medios adecuados para hacer los cambios necesarios, para poner en positivo aquello que de momento nos afecta negativamente.

Con el convencimiento pleno que la vida en su inmensa sabiduría, no nos pondrá una lección que no podamos aprender y que además al lado de cada lección, esta la o las soluciones, por ello nunca hay que negar la realidad.

2- SUFRE CON VALOR Y REALISMO
No niegues ni calles tu dolor y tu enojo, ni aumentes tu sufrimiento imaginando lo malo que aún no sucedió y tal vez nunca suceda.
La queja y el lamento tienen su valor como desahogo… ¡En su medida!
El dolor sano, despierta tu capacidad de re-accionar, y el enojo, la rabia, surgen para que afrontes la dificultad….

3- VALORA LA SITUACIÓN COMO UN DESAFÍO Y UNA OPORTUNIDAD
No mires tus “tiempos malos” como una amenaza que va a destruirte. Míralos como un desafío y una oportunidad para crecer, para que seas más y mejor tú mismo.
No olvides que en las dificultades es cuando el ser humano, es consciente de los valores que tiene………..la necesidad agudiza el ingenio.

4- APRENDE A PERDER SIN PERDERTE TÚ MISMO
En la gran apuesta de la vida, lo importante no es ganar o perder cosas, sino ganarte o perderte a ti mismo.
Perder “cosas”, “lo que tienes”, puede ser doloroso, pero es una oportunidad para que valores lo que eres, un desafío a que te mires a ti mismo…

5- LUCHA CON VALENTÍA Y CON INTELIGENCIA
Cuando los “tiempos son malos”, la reacción sana está en que luches para cambiar lo que se puede…(Ni rebelarte contra todo porque si, ni resignarte resentido porque no todo es posible), te conducirá a salir ganando.
En la lucha creces tú como persona, aunque no logres el objetivo de tu esfuerzo…

6- RECONOCE Y AGRADECE LO QUE TIENES
Es de necio dejar de ver, de valorar y de disfrutar lo que se tiene, para llorar y lamentar lo que no se tiene o lo que se perdió.
Muchas veces nos hace bien perder algo de lo que tenemos, para valorar mejor lo que somos y lo que aún nos queda…

7- MIRA A LOS OTROS Y AMA A TUS HERMANOS
No dejes que el dolor, te encierre en ti mismo.
Si miras a tu alrededor, verás que no estás solo en el los problemas y dificultades, que no eres el único que las padece, y comprenderás, que ayudando a otros a salvarse, tú también llegas antes a la orilla.
No compares sólo “para arriba”…, compara “para abajo”, mirando a los que tienen menos o perdieron más…

8- ESPERA CON PACIENCIA Y CON ESPERANZA
No te impacientes como un niño que lo quiere “todo ya”. Aprende a posponer, a contar con el tiempo. Espera con paciencia.
Aprende a esperar con esperanza.
Y la esperanza más hermosa es la que nace en las situaciones más desesperantes.
La esperanza, hecha carne en tu vida, te ayuda a vivir de otra manera, a ser de otro modo…La esperanza como el amor, es un bien y un valor en sí misma, un bien del ser humano.

9- PERDONA, SI LOS HAY, A LOS CULPABLES DE TUS MALES
No ganas nada, y pierdes el tiempo, buscando culpables de tus males, en Dios, en los otros, en el destino….
El odio y el rencor envenenan el alma y paralizan tu capacidad creativa para reaccionar sanamente ante tus problemas, disminuyendo tus energías y haciendo que eludas o postergues encarar tu responsabilidad…

10- REZA A TU DIOS, SI LO TIENES
Pero no lo hagas infantilmente, pidiéndole que venga en tu auxilio con un milagro, resolviéndote como a un niño los problemas.
Pídele, sabiendo que no viene como un mago, desde afuera, sino que te sostiene desde adentro, para que trabajes y te esfuerces con responsabilidad ante la vida….

“SÓLO POR PENSAR EN LA LÁMPARA NO SE ENCIENDE LA LUZ, PARA QUE ESO OCURRA, LA MOTIVACIÓN INTERIOR DEBE SER REAL Y ACOMPAÑARLA DE LA PRÁCTICA DIARIA”.

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