viernes, 6 de septiembre de 2013

EL SER HUMANO

EL ESTUDIO DEL HOMBRE EN SUS DIFERENTES ÓPTICAS HA OCUPADO UN ESPACIO PREPONDERANTE EN MUCHAS RAMAS DEL CONOCIMIENTO. CADA UNA DE ELLAS HA CONTRIBUIDO DESDE SU ÁMBITO A INDAGAR SOBRE LOS GRANDES TEMAS QUE LO TIENEN COMO CENTRO. LA CIENCIA, ESTUDIANDO SU ORIGEN Y EVOLUCIÓN BIOLÓGICA Y LA FILOSOFÍA, LA PROBLEMÁTICA QUE ENCIERRA SU REALIDAD EXISTENCIAL.

Desde el punto de vista filosófico, el ser humano es un sujeto, un yo que tiene conciencia de su existencia, de los seres y cosas que lo rodean.

El ser humano sabe que existe y que existe el mundo. De esta condición se deriva que el saber no es un accidente sino un fundamento y el hombre se fortifica como hombre desde que sabe que existe.

PERO ESTE SABER Y RAZONAR LO LLEVA TAMBIÉN A GRANDES INTERROGANTES: SU ORIGEN, SU ESENCIA, SU DESTINO, LA FINALIDAD DE SU VIDA.

La antropología filosófica de nuestros días no desmiente los resultados de la biología, en lo que se refiere a la constitución y evolución orgánica, pero sostiene que lo meramente biológico es incapaz de abarcar un concepto integral del ser humano.

De esta manera, el ser humano en su relación con la naturaleza, consigo mismo y con sus semejantes plantea diferentes aspectos morales, que son tratados por un amplio abanico de corrientes de pensamientos.

LA FILOSOFÍA ESPIRITUALISTA, CONSIDERA AL SER HUMANO COMO UNA ENTIDAD PSICO-BIO-ENERGÉTICA, COMPUESTA POR UN ESPÍRITU, UN CUERPO Y UN COMPONENTE ENERGÉTICO MUY SUTIL, INTERMEDIARIO ENTRE AMBOS.

Dentro de este enfoque sistémico e integral del ser humano, en sintonía con algunas tendencias modernas del pensamiento filosófico y científico, el espíritu es el que trasciende a la muerte orgánica y el centro de fuerzas donde residen todas nuestras potencialidades. Es el que piensa, se emociona, desea y ama constituyendo la verdadera individualidad del ser humano, su esencia perenne.

El cuerpo biológico es la pantalla donde se proyecta el espíritu, el complemento para su manifestación durante la encarnación y la herramienta de progreso que necesita para sortear todas las alternativas que implica la existencia física.

Esta función del organismo en el ser humano debe ser estudiada y valorada en su justa medida a través de una educación integral del ser humano que contemple todos aquellos aspectos que tienen que ver con la salud, la higiene, el deporte, la recreación, el estudio y el trabajo así como el cuidado del medio ambiente.
Finalmente, el nexo energético entre espíritu y materia, ya mencionado en antiguas filosofías orientales bajo diferentes denominaciones, participa activamente, entre otras funciones, en una amplia gama de fenómenos que tienen que ver con la salud física y mental del individuo y es estudiado hoy dentro DEL NUEVO PARADIGMA QUE ENCIERRA LA CONCEPCIÓN DE “SER HUMANO”.

DE ESTA MANERA, EL SER HUMANO INTEGRALMENTE CONCEBIDO, ADQUIERE: UNA FIGURA MULTIDIMENSIONAL, HOLÍSTICA, PROYECTÁNDOSE DESDE EL ORGANISMO HACIA CAMPOS MUCHO MÁS SUTILES Y TRASCENDENTES PERO NO POR ESO MENOS REALES: EL CAMPO DEL ESPÍRITU.

ES RESPONSABILIDAD DEL SER HUMANO ENTONCES, PROCURAR LOS MEDIOS QUE PERMITAN CONTEMPLAR UNA COMPLETA EDUCACIÓN DE SU PERSONA: ATENDER AL DESARROLLO FÍSICO E INTELECTUAL PERO INCENTIVANDO AQUELLOS ÁMBITOS DE ESPIRITUALIDAD QUE A VECES, POR EL INCESANTE RITMO DE VIDA, QUEDA RELEGADO A UN SEGUNDO PLANO.

EL SER HUMANO SE COMPLETA Y TRASCIENDE CUANDO OBRA EN ARMONÍA CON SU CONCIENCIA, CON SUS DESEOS DE BIEN Y DE EVOLUCIÓN MORAL, ÚNICAS FORMAS DE ALCANZAR LA ÍNTIMA FELICIDAD.

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