viernes, 21 de noviembre de 2014

NACER Y MORIR LAS DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA

EL AMBIENTE ES TENSO, LA ATMÓSFERA ESTÁ CARGADA CON SENTIMIENTOS ENCONTRADOS, EL AIRE QUE SE RESPIRA PARECE ESTAR PLAGADO DE LAS DUDAS Y MIEDOS DE LOS ALLÍ REUNIDOS.

LOS FAMILIARES Y AMIGOS MUESTRAN SU DOLOR POR LA INEXORABLE PARTIDA DE AQUÉL QUE HABÍA COMPARTIDO TANTOS MOMENTOS DICHOSOS CON ELLOS.

Nadie sabe que decir, los sentimientos por la marcha del ser querido están teñidos por el miedo al olvido. Nadie quiere interferir. Sólo sus miradas expresan las emociones que están viviendo en esos instantes.

El capta todas esas energías que tienen la doble virtud de empujarle hacia adelante, a emprender su viaje por un lado y retenerle junto a sus seres queridos, los que han llenado sus momentos, por otro.

Todos son conscientes de que cuando traspase el umbral estará en la otra vida.

Todos saben lo que eso significa y por eso sus deseos más fervientes son que el trance no sea doloroso. Aunque llevan tiempo preparándose para la separación, llegado el momento se dan cuenta de que es duro ver marchar a alguien. Una última sonrisa acompaña al adiós que pone punto final a una relación de amor largamente mantenida.

Su espíritu de pronto, se hunde en un oscuro túnel al final del cual brilla una intensísima luz. Una fuerza irresistible le atrae como si fuese un imán, quiere llegar cuanto antes al pequeño punto luminoso que se ha convertido en su única referencia.

Se siente presionado, como si algo o alguien le empujara, mientras va creciendo en él la necesidad de ir hacia la luz. Un último esfuerzo y finalmente se zambulle en una luminosidad increíble que todo lo invade.

La presión desaparece, el túnel, la oscuridad, la opresión... todo quedó atrás. Siente todo su ser sacudido por sensaciones desconocidas... ¿dónde está?... ¿qué ocurrirá ahora?... Se siente extraño en un entorno muy diferente al que estaba acostumbrado hasta entonces.

Tímidamente abre los ojos y mira alrededor. La luz le ciega en un primer instante pero después empieza a descubrir a su lado formas, rostros que se le acercan. 

SIENTE COMO LE TOCAN, LE ACARICIAN CON SUMO CUIDADO... SE SIENTE SORPRENDIDO Y SOBRECOGIDO A LA VEZ.

VE COMO UNAS CARAS FAMILIARES VIENEN A RECIBIRLE... TODOS SONRÍEN... SE RESPIRA ALEGRÍA Y GOZO. NO HAY DUDA, HAN VENIDO A RECIBIRLE.

EL GRAN VIAJE HA TERMINADO, YA HA LLEGADO POR FIN A LA OTRA VIDA: UN NIÑO ACABA DE NACER.

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