martes, 14 de abril de 2015

LA TRANSFORMACIÓN EMPIEZA POR UNO MISMO

EL FUTURO DEJADO A SÍ MISMO SOLAMENTE REPITE EL PASADO. EL CAMBIO SÓLO PUEDE OCURRIR AHORA. Nisargadatta.

Cuando lanzamos una piedra a un estanque de aguas serenas, brotan pequeñas olas concéntricas que se expanden repetidas y alineadas. Una ley natural rige la sucesión de sus círculos y la pauta de los tiempos entre cada una de las ondulaciones que llegan a las orillas.

Nuestro organismo también se despliega en espirales mediante cadenas de ácidos que conforman el andamiaje de las futuras células. Espirales que dibujan, una y otra vez, el diseño preestablecido por la información genética. De la misma forma, se comporta la mente del ser humano, cuya íntima experiencia también está sujeta a leyes y ritmos que laten en determinadas secuencias.

Se dice que cada siete años suceden cambios importantes en el periplo de nuestra vida. Se trata, no sólo de cambios fisiológicos que modifican nuestro cuerpo a través de la muerte y nacimiento de todas las células, sino también, de acontecimientos que influyen en el nuevo ciclo y que suponen la frontera de la siguiente vuelta. Y así como el Universo se compone de esferas que giran elípticas en una danza previsible de increíble precisión y gracia, de la misma forma, nuestra vida también tiende a repetir su historia, aportando en sus espirales, cada vez más amplias, tendencias previsibles en el seno de una más expandida consciencia.

¿CÓMO SALIR DE LA RUEDA DE LAS SUCESIONES Y TENDENCIAS? 

¿CÓMO EVITAR REPETICIONES QUE NOS ENFRENTEN A DESENLACES CONOCIDOS QUE TAL VEZ UNO NO DESEA? 

Los entendidos afirman que, primeramente, conviene tomar consciencia clara y detallada, tanto del “guión” forjado a través de nuestras primeras experiencias, como del programa de creencias que subyace en nuestra historia. 

También señalan que para evitar repeticiones conviene decidir otras opciones y caminos diferentes que dibujen una nueva trayectoria. Para escapar de la vieja conducta, asimismo afirman que es preciso mantener un estado mental de atención sostenida. Es decir, un nivel de consciencia en que el automatismo y la influencia de lo viejo, no sustituyan a la elección constante que ejercemos con plena voluntad y consciencia. 

AL PARECER, LA LLAVE DE ORO PARA ESCAPAR DE LA “NORIA REPETITIVA” ES DARSE CUENTA DE LAS TENDENCIAS DE NUESTRA MENTE Y DE LOS PROCESOS PROFUNDOS QUE CONFORMAN EL JUEGO DE MOTIVACIONES Y LATIDOS DEL ALMA.

Conforme las raíces de nuestros deseos son observados, uno se va liberando de la tiranía de la inercia y se siente capacitado a decidir su destino y reinventar su persona.

Pero más allá de nuestra mente y sus vueltas, está uno mismo: observador neutro y ecuánime de los programas de ida y vuelta. Uno Es, Testigo de la mente y sus patrones, tanto de los que llevan a la repetición, como de los que permiten optar por conductas más deseadas. En realidad, el Yo Observador no se mueve, es la mente la única que da vueltas.

EL OBSERVADOR NI EVALÚA, NI PREFIERE, NI RECHAZA, NI APRUEBA, TAN SÓLO ATESTIGUA LO QUE LAS DIVERSAS PARTES DE SU MENTE ELABORAN.

EL TESTIGO INTERNO NO ES LA MENTE Y SUS ESPIRALES, NI SU CUERPO, NI TAN SIQUIERA SU ALMA. UNO ES INFINITUD, TOTALIDAD, VACUIDAD RESPLANDECIENTE. Y FINALMENTE, SI NOS PREGUNTAMOS, ¿CÓMO LLEGAR?, ¿CÓMO SALIR DE LA NORIA DE LA CONCIENCIA ORDINARIA? ... 

…………..LOS VEDAS RESPONDEN QUE: OBSERVANDO A LA NORIA DAR SUS VUELTAS.

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