jueves, 21 de enero de 2016

EL MUNDO NECESITA TU LUZ

TODOS BRILLAMOS, PERO LA MAYORÍA NO LO SABEMOS Y NUNCA LO HAREMOS SI NO CREEMOS QUE ES ASÍ.

NUESTRO BRILLO ALUMBRA A OTROS, COMO NOSOTROS NOS ILUMINAMOS CON LA LUZ DEL RESTO.

BASTA CON TENER LA CONFIANZA EN NOSOTROS MISMOS QUE LO HACEMOS. ES ALGO NATURAL QUE LLEVA NUESTRA ALMA CONSIGO, ESA ES NUESTRA ESENCIA, LUZ.

ATREVÁMONOS A SENTIR QUE ES ASÍ Y BRILLEMOS CON FUERZA.

CUENTA LA LEYENDA que, una vez, una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Esta huía rápido, con miedo a la feroz depredadora, y la serpiente no pensaba desistir.

La luciérnaga finalmente paró y exclamó ante la serpiente:

-¿Puedo hacerte tres preguntas?

-No acostumbro dar éste último deseo a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar...

-¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?

-No

-¿Yo te hice algún mal?

-No

-Entonces... ¿Por qué quieres acabar conmigo?

-Porque no soporto verte brillar...

Uno de los grandes frenos mentales que crea dudas, miedos y toda clase de conflictos en quien emprende, es el miedo a brillar. "¿Qué dirán los demás?, ¿cómo me verán?, ¿causaré envidia?, ¿me seguirán queriendo mis amigos?

Sin duda, la necesidad de aceptación es uno de los grandes motores del conformismo. Con tal de no sobresalir opacamos nuestra luz para que los demás no se sientan mal, para ser "normal", para ser como los demás.

Dice Marianne Williamson: “Nuestro mayor miedo no es ser inadecuados. Nuestro mayor miedo es ser poderoso por encima de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, la que más nos atemoriza.

NOS PREGUNTAMOS: ¿QUIÉN SOY YO PARA SER BRILLANTE, HERMOSO, TALENTOSO Y FABULOSO? EN REALIDAD, LA PREGUNTA DEBIERA SER ¿QUIÉN ERES PARA NO SERLO?

Eres parte de la creación, con el compromiso de evolucionar como espíritu y tu juego de escasez no le sirve al mundo. No hay nada glorioso en encogerte para que otros no se sientan inseguros alrededor de ti.

Todos estamos destinados a brillar, como hacen los niños. Y al dejar que nuestra luz brille, inconscientemente damos a otros el permiso para hacer lo mismo. Al ser liberados de nuestros propios miedos, nuestra presencia libera automáticamente a otros.

Brillar, crear, ser felices, expresar nuestros sueños es el estado natural del ser humano. Pero todo parece indicar que si tienes una vida feliz, alegre, entonces te conviertes en un enemigo que los demás rechazan.

Es cierto hay un número indeterminado de personas, que no soportan ver a otra persona ser feliz y en vez de preguntarle como lo ha hecho para ser feliz, se limitan a criticarlo sin ser capaces de querer ver, que esa persona feliz no es el culpable de su infelicidad, que el único culpable de no tener una vida feliz es él.

El motivo de esta actitud, se fundamenta, en que la persona que no es feliz en su vida empieza a repartir culpas a diestro y siniestro, “que si la vida me trata mal” “que si naci sin estrella” “que el jefe me tiene mania” “que si la sociedad….” Pero todos estos argumentos se caen por su propio peso cuando se encuentra a alguien que es feliz, porque le demuestra que se puede, que lo que un ser humano hace, lo puede hacer cualquier otro ser humano. Y nos guste o no como siempre la respuesta es la misma “LO QUE IMPIDE A UN SER HUMANO SER FELIZ, ES ÉL MISMO”

Por eso sería mejor en ciertos círculos que cuentes de lo mal que te va, de la enfermedad que te aqueja, etc. En estos círculos de las quejas es preferible hablar de la infinidad de problemas y de lo mal que está el mundo.

Ante esto, preferimos no brillar, no tomar acción para salirnos de la norma. Y ojo: no se trata de sobresalir por sobresalir. Hablamos de dejar de lado los proyectos, los sueños, por el miedo al ridículo, al qué dirán los demás. Pero, hagas o no hagas, los demás van a hablar de ti. Por eso más vale ser congruente con uno mismo, con los principios y los proyectos personales, en lugar de hacer las cosas para dar gusto a los demás.

Es preciso pensar si al día de hoy estamos viviendo para satisfacer a los demás o si eres, haces y tienes lo que tienes por convicción propia, por principio, no por lo que los demás vayan a pensar.

AL RECORDAR LA FÁBULA DE LA SERPIENTE Y LA LUCIÉRNAGA, HAY QUE ENTENDER QUE POR DESGRACIA NO TODAS LAS PERSONAS APOYAN LOS SUEÑOS DE LOS DEMÁS, PORQUE TU LUZ LES RESULTA MUY BRILLANTE...

SIGUE BRILLANDO. QUE LA APROBACIÓN DE LOS DEMÁS NO SEA TU RAZÓN PRINCIPAL. INDEPENDIENTEMENTE DE TODO, EL MUNDO NECESITA VERTE BRILLAR, NECESITA TU LUZ.


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