lunes, 18 de abril de 2016

PARA SER GRANDE HAY QUE ESTAR AL LADO DE LAS PERSONAS, NO ENCIMA

ESTAR AL LADO DE LA GENTE Y TENDER UNA MANO CUANDO LOS DEMÁS LO NECESITAN ES LO QUE EN VERDAD NOS AYUDA A CRECER Y A SER MEJORES.

Somos las personas las que manejamos nuestras propias bondades y podemos sonreírle al mundo de la manera más bella posible. En este sentido, ser bueno es indispensable para ser grande.

Las personas con las que nos relacionamos están luchando batallas de las que nosotros no sabemos nada, por lo que siempre, aunque no sea fácil, debemos ser amables. Por raro que nos parezca, muchas veces los pequeños detalles marcan la diferencia.

No vamos a negarlo, hay personas que debido a sus defectos, complejos o proyecciones, dificultan el camino de los demás y disfrutan pisoteando y viendo caer a quienes tienen al lado. Eso puede hacer sentir a alguien una equívoca sensación de superioridad.

Resaltamos el término “equívoca” porque no es real aunque pudiera parecer que en ocasiones quedan de alguna manera por encima. Pero no. Esa sensación es irreal porque no hay nada más bajo que hacer daño o dificultar a los demás su vida de manera deliberada.

LA BONDAD ES EL PILAR QUE SOSTIENE LA GRANDEZA, POR ESO DECIMOS QUE PARA SER GRANDE HAY QUE ESTAR AL LADO DE LA GENTE, NO POR ENCIMA.

SÉ AMABLE CON TODO EL MUNDO, NUNCA SABES POR LO QUE ESTÁ PASANDO QUIEN TIENES AL LADO

No podemos saber por lo que está pasando quienes están al otro lado de una conversación e interacción cualquiera. Seas cuales sean sus luchas, no podemos entrar a valorar ni su dificultad ni su importancia. 

Las dificultades de los demás, sus luchas, serán prioridad para cada cual y, por lo tanto, lo más importante a la hora de orientar su vida. Si nos comportamos mal, si juzgamos, si nos referimos con feas palabras a ellos, entonces estaremos poniendo la zancadilla a quienes quieren acompañarnos.

Por eso es tan importante ser amables, porque de un “buenos días” puede depender el resto del día (en el mejor de los casos) de la persona con la que nos cruzamos. Esto es esencial y manejar estas referencias es en verdad la mejor recompensa. 

“Por encima de todo está la bondad afectuosa. Así como la luz de la luna ilumina sesenta veces más que la de las estrellas, la bondad afectuosa libera al corazón de una forma sesenta veces más efectiva que todos los demás logros religiosos juntos”. -Buda-

LAS BUENAS PERSONAS ESTÁN HECHAS DE ACERO INOLVIDABLE

Lo hemos comentado en muchas ocasiones, las buenas personas están hechas de acero inolvidable. Los buenos actos y las manos tendidas son la mejor inversión, pues traen consigo buenos sentimientos, buenas experiencias y buenas consecuencias.

No debemos descuidar esta parte de nosotros que ayuda a los demás y que se mantiene al lado de quien está atormentado ante una dificultad.

Coleccionar motivos, ser sol en días de oscuridad, no comportarnos de manera prepotente o paternal y practicar la paciencia son actitudes que enmarcan la libertad y el disfrute en colaboración con los demás.

Asimismo, es muy positivo ofrecer un margen de error a todo el mundo, incluso a quienes en algún momento no han agraviado y nos han hecho sentir mal. Como hemos dicho, cada uno libra unas dificultades que condicionan de forma importante su comportamiento y en muchas ocasiones lo hacen de forma sutil y silenciosa.

PROCURAR ESCUCHAR, COMPRENDER Y NUNCA CREERSE SUPERIOR POR TENER MÁS DE ESTO O AQUELLO, POR SER MÁS FELIZ, POR DISFRUTAR DE MAYOR ESTABILIDAD Y POR TENER MÁS PROPIEDADES ES INDISPENSABLE PARA SER GRANDE.

PORQUE, POR SI AÚN NO HA QUEDADO CLARO, LA GRANDEZA NADA TIENE QUE VER CON LA SUPERIORIDAD Y AL FIN Y AL CABO LO QUE TIENE SENTIDO ES OFRECER A LOS DEMÁS LA POSIBILIDAD DE SER MEJORES, DE FORTALECERSE Y DE EVOLUCIONAR EMOCIONALMENTE.


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