lunes, 30 de enero de 2017

EVOLUCIÓN E INMADUREZ EMOCIONAL

EVOLUCIONAR SIGNIFICA CRECER INTEGRALMENTE, ES DECIR, CRECER EN TODOS Y CADA UNO DE LOS DIVERSOS ASPECTOS DEL SER. HAY MUCHOS SERES HUMANOS QUE ESTÁN DESARROLLADOS INTELECTUALMENTE Y SIN EMBARGO, PADECEN DE UNA GRAN INMADUREZ EMOCIONAL.

¿Inmadurez emocional?, se preguntaran ¿eso qué es? Y sobre todo ¿cómo se hace para madurar emocionalmente? La respuesta no necesariamente nos coloca ante la necesidad de cursar estudios en alguna exótica universidad, ni de irnos a vivir al Tíbet, se trata de un trabajo personal de observación continuada de nuestro programa mental y nuestras más íntimas creencias. Un ejercicio que madurará nuestras emociones y aportará templanza.

PERO ENTONCES NOS SURGE LA GRAN PREGUNTA, ¿CÓMO CONOCER EL PROPIO GRADO DE MADUREZ EMOCIONAL?

Vamos a dar unas pinceladas de como uno mismo puede valorar su grado de madurez emocional observando si padece algunos de los siguientes síntomas:

PRIMERO.- ¿soporta razonablemente bien las frustraciones?, ¿asume con rapidez el desenlace de acontecimientos contrarios a sus deseos y previsiones? Si usted no “encaja” las frustraciones, quiere decir que, en alguna medida, su vida está llena de expectativas. Y las expectativas tienden a crear frustración. Cambie la actitud “expectativa” por la de “posibilidad” y entrénese en la aceptación de lo sucedido. En realidad, no podemos volver hacia atrás y cambiar los acontecimientos. Mire hacia delante y no dramatice lamentándose del pasado. Aceptar los hechos no significa resignarse, sino más bien reflexionar, coger fuerzas y seguir trabajando en la consecución de nuestros objetivos, sabiendo que en el fracaso subyacen las semillas del éxito. En realidad, no hay fracasos, sino aprendizaje. 

SEGUNDO.- ¿siente usted tendencia a totalizar?, ¿tiende a relacionarse desde los extremos “todo o nada”? Si siente que todavía las cosas son blancas o negras y le es difícil manejarse en una gama amplia de “grises”, busque el noble sendero medio. Si todavía experimenta fascinaciones y aversiones, tal vez le convenga aprender a caminar por el filo de la navaja y aceptar su parte de sombra. 

TERCERO.- ¿sufre cambios de humor repentino y sin motivo aparente?, ¿sucede que, de pronto, algo sumergido le cambia el chip y su mente se polariza en la agresividad y el mal humor? Si eso todavía es así, tal vez le convenga poner atención y analizar los pequeños detalles que le molestaron, ¿qué pensamiento fugaz al “pasar” por su mente consiguió amargarle? Cuando desenmascare su vulnerabilidad, podrá crear nuevas opciones que le den una mayor serenidad e independencia. 

CUARTO.- ¿Se muestra muy susceptible a las críticas?, ¿le molesta mucho que alguien le vea defectos?, ¿le cuesta hablar y reírse de su parte “menos presentable”? Si eso es así, tal vez convenga que acepte su personalidad. Todos los seres humanos ofrecemos luces y sombras al exterior, sin que por ello se nos deje de apreciar y respetar. Sea consciente de sus carencias y recuerde que éstas son tan sólo partes de usted que no representan su totalidad. Es decir, que por ejemplo, usted no es impaciente, sino que tiene una parte impaciente. Usted es mucho más que cualquiera de sus partes. Evite totalizarse en una sola cualidad de su persona. Recuerde su dimensión espiritual de totalidad.

SI ASPIRA USTED A EVOLUCIONAR ESPIRITUALMENTE, ES IMPORTANTE QUE NO DESCARTE LA FORMACIÓN DE UN BUEN CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO. UN CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO, PROFUNDO Y CONSCIENTE. Y DESDE EL CONOCIMIENTO DE SI MISMO, PROCEDA A EXPANDIR SU CONCIENCIA HACIA SER EL TESTIGO TRANSPERSONAL QUE OBSERVAR LA DUALIDAD Y LA CONTRADICCIÓN DE SU MENTE.

EL HECHO DE MADURAR EMOCIONALMENTE ES UNA ASIGNATURA DE LA EVOLUCIÓN Y UN REQUISITO PREVIO DE LA PAZ PROFUNDA. NO CAIGA EN EL ERROR DE NO CONOCERSE. TRABAJE EN UN CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO EQUILIBRADO, Y ASERTIVO Y LUEGO CONTINUÉ HACÍA ADELANTE. ¿ESPIRITUALIDAD? SÍ, PERO NO DESCUIDE EL MARAVILLOSO TRABAJO DE CONOCERSE EN PROFUNDIDAD. SIN DUDA, LA OBRA DE ARTE MÁS DELICADA Y TRASCENDENTE DE LA VIDA.


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