lunes, 13 de febrero de 2017

LA IMPORTANCIA DE SABER LO QUE NO QUIERO

HAY DOS FORMAS EN LAS QUE UNO PUEDE CONSEGUIR SUS OBJETIVOS, SUS DESEOS, SUS ANHELOS, UNA ES TENIENDO LA CERTEZA DE LO QUE SE QUIERE Y LA OTRA LA MÁS COMÚN ES PASANDO POR EL APRENDIZAJE DE LO QUE UNO NO QUIERE EN SU VIDA. 

DEBEMOS TOMAR CONCIENCIA DE LO IMPORTANTE QUE ES SABER LO QUE UNO NO QUIERE.

Si es importante saber lo que queremos, aún es más saber lo que no. Porque lo que queremos nos impele a buscar o a aceptar aquello con lo que conectamos. Lo que no queremos se manifiesta solo al comprobar que nos desconecta de lo que somos, alejándonos de nosotros mismos.

Identificar lo que no queremos en nuestra vida es sencillo, lo que no queremos es todo aquello que no nos hace felices, una vez identificado, basta con no dejar que forme parte de nuestra vida, en el caso que ya forme parte de nuestra vida, aunque a veces no sea sencillo, basta con quitarlo.

Cuando no tenemos las ideas claras vivimos en una indefinición. Cometemos errores. Nos equivocamos por no saber dónde está la línea divisoria. Nos sentimos mal, en definitiva.

CONOCER AQUELLO QUE NO SINTONIZA, QUE NO VIBRA CON NUESTRO SER INTERIOR NOS PERMITE EVITARLO O RECHAZARLO Y SOBRE TODO NOS ELIMINA MUCHAS POSIBILIDADES DE TOMAR DECISIONES EQUIVOCADAS.

Resolver las dudas nos posiciona en las decisiones positivas, que siempre llega cargado de oportunidades y apertura; no discernir o dudar frente a lo que tenemos nos instala en un espacio de nadie en el cual nos aleja de nuestro centro y tarde o temprano nos llevara a cometer errores.

Les propongo desde aquí este su blog, que hagan a nivel de trabajo personal una lista de aquellas cosas que no quieren en su vida, yo comparto con ustedes la que he empezado a hacer.


No quiero las palabras sin argumentos
No quiero orgullo y prepotencia.
No quiero falta de generosidad.
No quiero ningún tipo de maltrato a nada ni a nadie.
No quiero ni halagos ni críticas.
No quiero mentiras piadosas.
No quiero emociones falsas.
No quiero fachadas quiero interiores.
No quiero rutinas e indiferencias.
No quiero pensamientos ni pensadores pesimistas.
No quiero pasividad ante el sufrimiento.
No quiero triunfadores a costa de los demás.
No quiero interpretaciones diferentes de lo mismo.
No quiero acciones sin sentimiento.
Ni quiero un tú que no sea verdadero…

Y EN ESO ESTOY EN COMPLETAR MI LISTA POCO A POCO, SIN PRISA, PERO SABIENDO QUE CADA VEZ ESTOY MÁS LEJOS DE LO QUE REALMENTE NO QUIERO.

ANÍMENSE, SE SENTIRÁN REALMENTE BIEN…


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